Quedará instituido como el día del Orgullo del Palomo Cojo. Las palabras del alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, sobre el trato vejatorio que daban a los homosexuales en la región ("a los palomos cojos los echamos a un lado") desencadenó una caravana organizada por el programa de la Sexta el Intermedio.
La convocatoria demostró que sí había “palomos cojos” en Extremadura, y bastantes, pues la policía tuvo que cerrar los accesos a la Plaza Alta porque ya no cabía ni un alma más. Se calcula que unas diez mil personas reclamaron igualdad de trato a los que Gobiernan en la capital pacense.
La cita no contó con la presencia física de su principal impulsor, el Gran Wyoming, que sí ironizó, como en él es habitual, desde la pantalla colocada en el escenario. Sí estuvo Beatriz Montañez, la copresentadora del espacio, que defendió al colectivo como “ciudadanos de plenos derecho”. Junto a ella Thais Villa y Usun Yoon, reporteras del espacio, caldearon el ambiente.
No faltaron las alusiones a que mientras una caravana de palomos cojos recorría Baadajoz, en el centro de Madrid otro tipo de especies también se manifestaban pero no precisamente para pedir tolerancia como era el caso. Para cerrar el acto, Falete empuñó el micrófono e hizo bailar a los palomos.
Como en toda fiesta popular que se precie, aunque sea reivindicativa, la noche acabó de botellón. Desde ayer Badajoz ganó un puntito rojo en el mapa LGBT de este país
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